GRANPALAZZO

Oriol Vilanova
30 y 31 de mayo de 2015

Oriol Vilanova presenta una performance inspirada por un episodio de “La Vida Secreta de Salvador Dalí” cuando un día en la escuela Dalí decidió ofrecer literalmente “duros a cuatro pesetas”, como un primer gesto surrealista. Hay algo absurdo, pero también productivo en subvertir el afán de lucro. Es resistir la economía y el capitalismo; es un fracaso.  

La performance en Granpalazzo fue presentada por primera vez en el proyecto de Mercado de Pulgas Rob Pruitt en el Musée de la Monaie en Paris en 2012. Es un muy simple gesto: subvertir la idea de lucrar que es intrínseca a una feria del arte o a cualquier tipo de transición económica. Es un gesto absurdo que viene de un dicho español que dice “Nadie da duros a cuatro pesetas”, lo cual significa que debes sospechar de cualquier persona que ofrece algo demasiado bueno o valioso para ser cierto. La idea de hacer trampa está muy presente en la cultura española. Hay un personaje literario del sigo XVII, el pícaro/a, un o una joven muy pobre que constantemente intenta hacerle trampa a su patrón a través de pequeños trucos, para salir de su miseria. La figura del pícaro/a se ha asociado con frecuencia a la idiosincrasia latina. 

El mercadillo es el principal recurso de investigación para el trabajo de Vilanova, y forma parte de su producción. Acude religiosamente cada domingo; en cada ciudad a la que viaja. Estudia las dinámicas y los objetos. En la performance Last Price (2014) eliminó el precio fijo de la entrada al Museo de Arte Contemporáneo de Barcelona (MACBA) para fomentar el regateo, como ocurre en los mercadillos. La performance fue ejecutada entre el personal del museo y los visitantes. Abrió un espacio de negociación, con otros tiempos, otras leyes y teatralidades entre vendedor y comprador. Más recientemente, The Green Parrot encargó a Vilanova otro proyecto, “Para ser preciso”, en el que se apilaron más de 90.000 postales de forma que ninguna de las imágenes fuera visible. Estas postales proceden de sus viajes a varios mercadillos, así como de almacenes de empresas de impresión y distribución de tarjetas postales.  

 

Oriol Vilanova (Manresa 1980, vive y trabaja en Bruselas) está interesando en las paradojas inherentes a la cultura de masas, una obsesión que lo ha llevado a coleccionar toda una gama de postales que encuentra en mercados de segunda mano. Su enfoque artístico es conceptual a través del minimalismo e instalaciones arquitecturales, performances y escritos, basados en la repetición y la exageración.  

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